Alerta por una gran mancha solar que apunta directamente a la Tierra

Astrónomos y agencias espaciales siguen de cerca la evolución de la mancha solar AR 4079, ubicada frente a la Tierra. El fenómeno podría provocar fuertes erupciones solares o eyecciones de masa coronal, con posibles consecuencias para sistemas satelitales, GPS, telecomunicaciones e incluso la red eléctrica.

Tiene un tamaño diez veces mayor al de nuestro planeta y podría generar tormentas geomagnéticas con impacto en comunicaciones y redes eléctricas.

Desde hace días, especialistas en astronomía observan con atención una enorme mancha solar, catalogada como AR 4079, que se encuentra frente a la Tierra. Con un diámetro estimado de 140.000 kilómetros —más de diez veces el tamaño del planeta—, este fenómeno magnético está generando preocupación en la comunidad científica.

Las manchas solares son áreas más frías en la superficie del Sol donde se concentran intensos campos magnéticos. Estas regiones pueden ser origen de erupciones solares y eyecciones de masa coronal (EMC), eventos capaces de liberar radiación y partículas cargadas que, al alcanzar la Tierra, provocan tormentas geomagnéticas.

Según la meteoróloga Margherita Erriu, AR 4079 es una mancha tipo beta-gamma-delta, considerada de alta complejidad y capaz de originar erupciones intensas. Si una EMC se libera mientras esta región se encuentra frente a la Tierra, podría afectar satélites, sistemas GPS, radio, navegación aérea y redes eléctricas, además de generar auroras boreales y australes más frecuentes e intensas.

La NASA y la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU.) han advertido sobre la posibilidad de perturbaciones tecnológicas si se confirma una actividad solar violenta en las próximas horas. Estos eventos se vuelven más comunes durante los picos de los ciclos solares, y el actual —el número 25 desde 1755— alcanzó su punto máximo a finales de 2024.

Además, se suma un factor de largo plazo: el ciclo de Gleissberg, que dura entre 80 y 100 años, estaría ingresando en una nueva fase de alta actividad, lo que podría extender la intensidad solar durante las próximas décadas.

El fenómeno evoca el célebre Evento Carrington de 1859, cuando una llamarada solar provocó fallos telegráficos en todo el mundo y auroras visibles incluso en regiones tropicales.

Por el momento, los expertos monitorean minuto a minuto a AR 4079, que podría marcar el inicio de un nuevo periodo de eventos solares significativos.

 

 

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